Si se introdujeran monedas digitales del banco central (es decir, las CBDC), existiría la posibilidad de mantener el dinero que es un pasivo del banco central en forma electrónica. Esto eliminaría el riesgo de la contraparte (el banco comercial) que existe con el dinero electrónico actual. Sin embargo, las monedas digitales del banco central serían totalmente convertibles en otros tipos de dinero en una proporción de 1:1 y, por lo tanto, serían una alternativa al efectivo o los depósitos bancarios desde la perspectiva del usuario.
Los principales beneficios de las CBDC que promocionan los bancos centrales incluyen la aceleración de los pagos de una manera más económica y un sistema financiero más sólido. Sin embargo, un usuario normal no percibiría ninguna mejora significativa. Más bien, la introducción de monedas digitales desataría las manos de los bancos centrales en el área de la política monetaria, y más aún si el efectivo, que actualmente es lo más parecido a CBDC, fuera eliminado con el tiempo.